No sé por qué empiezo a escribir. Sólo siento la necesidad de hacerlo, pero no consigo deszifrar la razón concreta.
Estoy como perdida. No sé qué dirección estoy siguiendo. El futuro es tan borroso. La vida es como un camino ¿no dicen eso? Bueno, pues yo estoy caminando a tientas, cayendome, levantandome, parandome, y el camino al que miro en frente, se hace cada vez más dificil de ver. Sigo caminando, y me acerco a un camino cortado o a un cruce con mil caminos. Un final inacabado. Estoy confusa. No sé qué esperar de mi. A corto plazo, sí. Aprobar la universidad. Bien. Pero no es suficiente. ¿Qué pasa con mis sueños, mi vida social, sentimental, mis alegrías, mis ganas, mi vida? La vida no solo se basa en los estudios o el trabajo.
Pero no encuentro los objetivos que quiero cumplir. Digamos que cuando me pongo a pensar en ponerme un objetivo, me pongo alguno, pero me digo "No, eso no puedo hacerlo. Es demasiado soñador". En este momento, me doy cuenta de lo que he cambiado. Yo antes no era así. Antes tenía esas ganas de vivir, esa alegría que irradiaba calor, y ahora, me siento vacía.
Tengo la sensación de que he vivido todo demasiado rápido, en un tiempo tan concetrado, que las heridas me han vaciado. Parece que por cada rasguño, me sale un poco de alegría, un poco de cariño, un poco de sueño. Y aquí estoy, pasando noches en vela, sin poder dormir como debo, sabiendo que algo me pasa pero no sé el qué. Y luego, sueño despierta, mezclando entonces realidad con sueño. Creo que mi cuerpo,mi ser, está pasando por un tipo de trauma. Quizás sea por el hecho del gran cambio que ha supuesto la Universidad. No lo sé.
Ya ni me reconozco. No sé.
Tengo la impresión de que cada dia desaparece un poco más esas ganas que tenía de vivir. No hay más que leer mi diario del año pasado. Por mucho que los estudios me agobiasen, tenía siempre un lado positivo de todo. Me costaba eh, pero conseguía. Lo solía conseguir gracias a él. En las noches de bajón, en las noches de querer dejar todo, en las noches de llorera, siempre estaba ahí. Y leía atentamente todo lo que le escribía yo. No le hacía falta pensar mucho. Sé que respondía a todo como mejor sabía: realidad. Me abría los ojos en los momentos en los que me cegaba, en los que la vida me tapaba los ojos. Y yo no podía hacer otra cosa que leer su realidad, la realidad de mi, la realidad que me negaba a ver. Sólo con hablar con él, sabía que no podía ir a peor. Él era mi salvación.
Por desgracia, esto ya no será como antes. Sí ya, el WA no cambia, lo que ha cambiado es mi hubicación, nada más (direis). Pero no, todo ha cambiado mucho. Empecemos por el hecho de que no le veo. Antes, le veía todos los días. Y ahora, por mucho que nos empeñemos en decir que nada ha cambiado, todo ha cambiado. Casi no hablamos, nuestra conversación parece tan falsa... Me da la impresión de que al cambiar nuestra relación, se ha abierto una gran brecha en mi, que deja salir fugazmente gran parte de mi ser.
No sé qué pensar.
Creo que tengo miedo. Miedo al fracaso. Miedo al qué dirán. Miedo de hacerme notar. Miedo de quedarme sola. Miedo a no ser capaz. Miedo a sobreestimarme. Miedo a que todo me quede demasiado grande. Miedo a suspender. Miedo a los demás. Miedo a ser juzgada. Miedo.
Sí, tengo miedo.
Y no tengo solución. Lo mejor sería irme a dormir, pero ya he dicho que no duermo muy bien.
No sé si podré superar esto.
Palace
"Egunero bezela, gehiegi pintatzen da, aurpegiko sufrimenduak estali nahiean"
No hay comentarios:
Publicar un comentario